En entregas anteriores se abordó la manera en que los Rockabilly podrían resolver su necesidad de indumentaria de una manera ecológica, como se ha dicho, tienen enorme
entusiasmo por usar prendas que emulen la época a la que hace referencia su
cultura.
Así mismo ellos están en busca de ropa que sea diferente a lo normal, al no haber, hacen adaptaciones de prendas que adquieren, o bien, en
otros casos, crean su propia indumentaria, complementos, y luego desarrollan
pequeñas células productivas que se vuelven pymes y que se anuncian a través de
internet.
Retomando esta necesidad el equipo propone la idea de diseñar ropa para
este segmento de la población pero además, bajo principios de sustentabilidad,
esto se considera necesario porque debe haber una aportación importante al
diseño. Generalmente, la fabricación de la ropa como en cualquier otro grupo y
género, utiliza desde la obtención de las materias primas, insumos que pasan
por proceso muy agresivos al ambiente, y para los cuales no se tiene previsto
el daño ni políticas internas de restitución del daño ambiental, tal como el
caso de los colorantes en los textiles y los múltiples procesos de lavado,
colorante, desgaste, etc., que van a dar al sistema de aguas y desechos local.
En otro caso, estos químicos están siendo vertidos al ambiente, como
sucede en las fábricas Chinas que están proveyendo de telas a las grandes
empresas textiles en el mundo. La propuesta parte de la idea de que la estética
y la alusión a los años 50 no tiene porqué permanecer atada a las formas de
fabricación tradicionales, sino a un diseño sustentable que incluya tanto la
filosofía de la libertad y divertimento de esta cultura vs las necesidades
actuales y responsables sobre el mundo sustentable.
Por esta razón se utilizan materiales como el cáñamo de gran resistencia
y largo ciclo de vida, la seda que puede producir beneficios tanto si se
obtiene de modo natural como sintético, ya que generaría en el primer caso
formas sustentables para las comunidades indígenas que se dedican a ello, y la
obtención de textiles de productos reciclados como el PET, y los derivados
plásticos que están constituyendo una propuesta importante en el diseño, reducen
los costos de producción y se agregan a la industria para tener enormes
posibilidades de estampados, diseños, texturas y calidad de telas.
Finalmente, se propone que los productos finales puedan llevar la
etiqueta de sustentabilidad y que la marca se distinga por la doble finalidad
de la estética y el diseño basado en una cadena productiva sustentable que
además esté inscrita en la etiqueta y sus componentes.
Referencias
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estratégica. EURE, 32(96), 27-45. Recuperado en 01 de diciembre
de 2015, de
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612006000200003&lng=es&tlng=es
Schiller, S. (2002). Transformación urbana y sustentabilidad. Urbana,
7(31). Recuperado en 01 de diciembre de 2015, de
http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-05232002000200002&lng=es&nrm=i